Te presentamos algunas experiencias personales y profesionales, así como reflexiones, aprendizajes y áreas de oportunidad compartidas por el personal de Fundación Merced Querétaro, durante este periodo de contingencia donde el mundo “se ha detenido”. Es en este momento de aparente pausa que decidimos darnos un pequeño tiempo para poner en colectivo todo aquello que hemos vivido en lo individual y qué, a pesar del confinamiento al que nos hemos sometido, nunca ha parado de irradiar solidaridad y compromiso.
Nuestras experiencias:
Vivir esta contingencia ha sido una experiencia con muchos matices y en momentos compleja de procesar por la carga emocional que implicó no estar acostumbrados al confinamiento y porque la situación se volvió complicada no solo para nosotros sino para todos en general, pues ha sido un gran reto el poder equilibrar todas las responsabilidades familiares y laborales en un mismo espacio. Para quienes laboramos en las oficinas, el trabajo bajo el confinamiento ha sido en un inicio algo complicado por la gran cantidad de distractores que hay dentro de los hogares, en el caso de quienes somos madres y padres de familia las principales distracciones son ocasionadas por nuestros hijos, sin embargo, ha sido gratificante el periodo de convivencia con la familia y una vez que nos hemos adaptado a este esquema de trabajo hemos podido fluir mejor en ambos espacios. Para quienes trabajamos en el almacén y en el bazar el miedo a contagiarnos y contagiar a nuestros hijos y familiares es una constante, pues podemos contraer el COVID-19 de camino al trabajo o la a casa y algunos de nosotros que usamos el transporte público nos sentimos todavía más vulnerables y expuestos al ver a personas que no toman las más mínimas medidas de autocuidado.
escribir aquí...
La pandemia ha puesto a prueba nuestra capacidad de adaptación y resiliencia pues hemos tenido dificultades con la señal del internet que se iba en algunos momentos durante alguna reunión o webinar; el no poder salir por la contingencia y el no saber cuándo acabará esto nos ha generado frustración también, además de que la división entre los horarios de oficina y la estancia en el hogar se desdibujan y hay una sensación de disponibilidad total generalizada por el hecho de estar laborando en casa, además de que se han habilitado espacios de trabajo que fungen como oficina dentro de nuestros hogares. Descubrimos que hay muchas cosas que no habíamos pensado como por ejemplo: que se puede trabajar de manera remota, que somos buenos con nuestra comunicación interna y nos mantenemos al tanto de los avances y de lo necesario como equipo, y que seguimos desarrollando proyectos innovadores para apoyar a las OSC del Bajío, al mismo tiempo de que se ha mantenido la productividad. En cuanto a quienes laboramos en el almacén y en el Bazar hemos tenido muchos cambios repentinos en la forma de trabajo lo cual ocasionó mucha incertidumbre en lo que estaba pasando, pero eso nos permitió poder conocer nuestras potencialidades y mejorar nuestro trabajo en equipo, conocernos e integrarnos mejor entre ambas áreas, así como conocer mejor el trabajo operativo y el proceso que llevan los productos desde que se reciben en el almacén hasta que están en el punto de venta.
Reflexiones y aprendizajes:
Sin duda este periodo de contingencia nos ha dejado muchos aprendizajes, reflexiones y también dudas e incertidumbres. Una de las reflexiones compartidas por el equipo es que somos más vulnerables de lo que creíamos en prácticamente todos los aspectos de la vida y que algunas fortalezas que podemos tener ante esta vulnerabilidad tienen que ver con la empatía, la compasión, la solidaridad y la organización, pues, además de ser valores estratégicos, al ponerlos en práctica hemos visto que son factores determinantes para poder salir adelante en esta contingencia. En este orden de ideas, hemos visto que, a pesar de las circunstancias, hemos podido seguir trabajando como un equipo fuerte, que no se detiene, en donde cada quien es responsable de sus propias actividades y que cuenta con un liderazgo ejemplar en su interior.
Uno de los asuntos más valorados por el equipo de FMQ ha tenido que ver con la convivencia y la unión entre quienes formamos el equipo de trabajo, acompañada de la capacidad de comunicación, articulación, adaptación e innovación que hemos tenido antes y durante este confinamiento. Hemos valorado más cada persona y momento, cada experiencia, hemos resignificado este periodo de contingencia y crisis y la hemos convertido en una oportunidad para fortalecernos, para ser mejores en lo personal y profesional.
Áreas de oportunidad:
Hemos ubicado algunas áreas de oportunidad que tienen que ver con el uso de las TIC´s, las capacitaciones y el trabajo en casa. El trabajo de manera remota ha tenido sus ventajas en el sentido de que nos hemos ahorrado los tiempos de traslado, la gasolina y la exposición al contagio, además de que nos ha permitido innovar y explorar nuevas formas para ofrecer nuestros servicios. En cuanto a las capacitaciones brindadas por FMQ, antes el espacio físico era una limitante (aula para no más de 35 participantes) y las personas interesadas de otros estados, regiones o países no podían inscribirse ya que estaba el tema de viáticos y la distancia, pero ahora con los cursos y talleres en línea estas cuestiones quedan descartadas, al abrirse las puertas a nuevas posibilidades y a públicos más amplios.
Balance de resultados:
Finalmente, los logros alcanzados durante estos meses de contingencia dan muestra de que a pesar de los obstáculos y retos ocasionados por el confinamiento nuestra labor y compromiso nunca se ha detenido, tal es el caso del lanzamiento de la plataforma e-commerce para la venta del Bazar en línea; la elaboración y participación (en alianza con otros actores) de 3 encuestas y diagnósticos a OSC en torno a las afectaciones por COVID-19 en sus operaciones; el programa de vales de despensa para personas afectadas en sus ingresos conseguido en alianza con uno de nuestros aliados empresariales estratégicos; la movilización de recursos en efectivo a través de la iniciativa “Querétaro es Uno” por más de 4 millones de pesos destinados a apoyos alimentarios (despensas) en poblaciones vulnerables; la entrega de financiamiento a proyectos sociales a través de convocatorias por 1.5 millones de pesos; 21 webinars y 48 horas de asesorías grupales para Organizaciones de la Sociedad Civil y 46 horas de acompañamiento a Redes.