La razón de ser de las Organizaciones de la Sociedad Civil y por lo tanto de las Redes de OSC muchas veces se relaciona con la falta de atención necesaria o especializada a distintas poblaciones vulnerables, y esto es gracias a que varios ciudadanos se han decidido a ser ellos mismos quienes atiendan estas problemáticas o rezagos en la atención de la población.
Pero al hablar de participación ciudadana es necesario hacerlo reconociendo que distintos niveles de involucramiento, como lo pueden ser informarse, contestar encuestas de opinión, o hacer incidencia en el tema a nivel de modificar la legislación pertinente.
La participación activa de un ciudadano en alguna problemática o temática que sume al desarrollo de una comunidad está directamente relacionada con los intereses de dicha persona, ya sea por una conexión personal a este tema o por intereses personales en general.
En 1969 Sherry Arnstein elaboró una teoría sobre la participación ciudadana en los procesos de planificación en los Estados Unidos. Esta escalera establece una guía para ver quién tiene el poder a la hora de tomar decisiones importantes y puede ser un referente para asegurar la participación que buscamos en nuestras Redes.
Será importante entonces analizar el nivel de participación que se tiene como nodo (realizando una auto-evaluación), y a nivel de Red para entender el nivel de participación de cada uno de sus nodos. Esto permitirá tomar mejores decisiones con respecto a que estrategia seguir en la búsqueda de una mejor participación o en la motivación de nodos para lograr los objetivos de la Red.
Mientras más participación tengamos de los nodos en la creación de proyectos en Red y logremos que los procesos internos en la misma sean participativos tendremos proyectos de más alto impacto y con mejores resultados trabajados en Red.